Cara de Otro

Una bitácora con pretensiones.

Romper un silencio así no tiene perdón

Teatro

El hombre de gris estaba a punto de morir. Su asesino con ropas negras y semblante ensombrecido, encañonaba al arrodillado escombro de persona que suplicaba a sus pies. Yo (fruto de la tensión, del clímax) arañaba involuntariamente los brazos de mi butaca. El público del teatro contenía la respiración.
Mientras mis costillas trataban de mantener en su sitio al corazón, el dedo pulgar del asesino se deslizó hasta el percutor del arma. El “clic” reberveró en la axifiante acústica del anfiteatro. Oí como castañeaban los dientes de mi vecino, pero me dí cuenta de que nadie había a mi alrededor; era yo mismo, solo.
Entonces la victima se volvió hacia mi. Imploró mi ayuda alzando un brazo; con el otro sujetaba su cuerpo. “Sálveme” dijó “No se qué hago aquí. Yo no soy actor.”. Yo tampoco. Yo tampoco lo soy, pensé.
Si hubo disparo no lo sé (de seguro que si, no te engañes). El público se levantó impulsado por un colectivo deseo de aire puro y apagó cualquier sonido con aplausos. Aplausos que el hombre de gris recibió desde el suelo, bañado en sangre. No creo arrepentirme de haber aplaudido.

Ha muerto Juan Antonio Cebrian

Poco más que decir... el mundo es desde hoy un lugar un peor.
Gracias Cebrian, te debo mucho.

El meu treball en els videojocs

Bueno, aunque no se me da nada bien hablar de mi, intentaré contaros de forma amena lo que ando haciendo por aquí.
Trabajo en Microjocs, una empresa joven (muy joven) dedicada a la programación de videojuegos para moviles.

Yo me encargo de mantener los servidores de descarga de juegos en perfecto estado y programar wapsites (como páginas web pero para movil). Todavía no me han metido en ningún videojuego, y tal como lo veo, no tiene pinta de que me vayan a meter por ahí (sic). De todas formas lo que hago es cien veces más emocionante que lo que hacía antes, y excepto por otros temas, el cambio de trabajo me parece un acierto.
Los videojuegos de moviles, como todos sabeis, se basan más en la jugabilidad y la adicción que en la potencia gráfica, dando mucha importancia a la originalidad de la idea. En general, el panorama es muy parecido al que teníamos en los 80 con los micros de 8bits (spectrum, amstrad, msx, etc). Hay varias semejanzas:
- Una persona (o dos si necesita grafista) puede acometer el desarrollo de un juego completo. Como en los 80.
- Hay multitud de plataformas distintas (como en los 80). Cada uno de los handsets tiene sus particularidades (lease bugs) que lo hacen incompatible con los demás, por lo tanto, hay que portar el juego a los handsets más populares.
La gente con la que trabajo es (o era) parte de la demoscene de Amiga. ¿El lo qué?. Pues la demoscene era (y todavía es) un movimiento que empezó allá en la epoca de los primeros Apple y que perseguía el exprimir al máximo la máquina para hacer presentaciones, movimientos en 3d y demás locuras que servian como desafío a otros programadores que a su vez intentaban superarlo en menos bytes. Estas demos terminaron siendo una especie de graffittis de los grupos que las desarrollaban, pues solian ponerla en los juegos que crackeaban y te las tenias que tragar enteras cada vez que querías jugar.
Yo recuerdo que un amigo mío, Luis el del kiosko, tenía un amiga 500 (el más barato del mercado) y no podía dejar de flipar cada vez que iba a su casa. En serio, los gráficos y sonidos de ese ordenador no fueron superados hasta que salieron los pentium y las tarjetas gráficas 3d. Recuerdo que alguna demo (en aquella época las llamabamos intro) llevaba música de technotronic... me parecía increible que hubieran metido el Everybody dance now en un disquete. Teniais que ver el Sim City para ese ordenador... y se jugaba sin ratón!. Era mucho mejor que el de PC, por ofcourse.
Pero ha pasado ya mucho tiempo y los demosceners están metidos en el mundo de los handsets, donde las limitaciones de memoria y procesador permiten todavía sentir el desafío de pulir unos ciclos de CPU más, raspar unos bytes menos y robarle segundos al tiempo.

PD: ¡Me han regalado una camiseta! ¿Pollo? Pollo!!!

Abrochense los cinturones...

...vamos a tocar tierra.
Todos lo sabeis. Estoy en Barcelona. Estoy viviendo en Barcelona. Estoy trabajando en Barcelona. Diablos, ¡estoy trabajando en la industria de los videojuegos en Barcelona!.
Escribo esto desde un WorkCenter porque aunque ya he encontrado una habitación aquí y estoy perfectamente instalado, tenemos que tirar un cable desde el router hasta mi habitación para enchufarme, y hasta el lunes creo que no voy a poder comprarlo.
Mi trabajo consiste en administrar un sitio WAP para que los viciados puedan descargarse juegos a sus terminales. No os imaginais la miriada de terminales distintos que están pasando por mis manos. Y yo sigo con mi Siemens M35 de toda la vida.
Una cosa curiosa: cuando llegas a Barcelona y hablas con la gente te dicen '¡No te preocupes por el catalán! Ya veras como aquí todo el mundo habla en castellano.'. Pues bien: y una puta mierda. Aquí todo el mundo (TODO) habla catalán. Y lo que es peor, en mi trabajo también se habla en inglés.
Mi primera tarde freak ha sido hoy, con mi visita a Norma Comics. Alucinante. ¡Lo tenian todo!. No he podido salir sin comprar un libro de Terry Pratchet y un comic llamado 'Los muertos vivientes' (me encantan los mundos postapocalípticos). Lo más alucinante era sin duda una réplica en tamaño real de un Terminator T-100 que tenían en el escaparate. A ver si consigo un maldito cable usb para la cámara y puedo hacer fotos de todo.
Al lado de Norma esta la librería Gigamesh, pero de esta solo he visto el escaparate, la reservaré para otro día, que por hoy ya está bien.
Mañana me voy a Ars Futura, donde dá una conferencia uno de los equipos de videojuegos más alucinantes del momento: Fumito Ueda y Kenji Kaido, creadores de ICO y Shadow of the Colossus. Este último el mejor juego de Play que jamás he jugado.

Ya os contaré. Se os extraña.